Después de unas largas e intensas vacaciones, toca que los niños vuelvan a la rutina, pero ¿es tan fácil volver a coger los hábitos que tenían antes?
Es importante recuperar unos horarios para que los más pequeños conozcan que tienen que hacer en cada momento.
¿Cómo podemos volver a la rutina?
Lo más importante es avisar a los niños de los cambios que van a experimentar. Aunque sea pequeño,
puedes hacerle partícipe y contarle que volveréis a la rutina que teníais hasta antes de las vacaciones. Es importante que lo hagas de forma progresiva hasta llegar al objetivo deseado.
- La hora de irse a dormir. Es el factor principal que debemos cambiar. Una de las maneras más sencillas para ir adaptando la rutina es aprovechar las tardes de forma intensa. Si vamos al parque, de excursión o juega con sus amigos, te ayudará a que a la hora de llegar a casa, tu peque esté cansado y pueda acostarse pronto.
- La hora de despertarse. Si acuestas a tu hijo temprano y tiene un sueño profundo y de calidad, conseguirás que se despierte más pronto. ¡Estamos seguros que no hará falta que lo despiertes! Si consigue dormir bien, afrontará el día con mucha más energía.
- La hora de la comida. El verano es la estación del año en la que rompemos con los horarios, dejamos de respetarlos y nos vamos adaptando a medida que pasa el día. Es importante volver a tener un ritual marcado para que tu hijo se adapte y tenga unos horarios. Llamarle a comer, decirle que se lave las manos y sentarse a la mesa pueden ser unos trucos fáciles pero efectivos.
Es importante establecer unos hábitos concretos para así organizarse mejor y conseguir volver a la rutina con energía y fuerza.