Una alimentación equilibrada i completa, basada en productos frescos y de temporada es la base para un niño que practica deporte.
Si un niño practica deporte de forma habitual
necesitará una dieta en la que se consideren dos cuestiones importantes:
más energía calórica y una buena educación para conseguir los mejores hábitos alimenticios. Es decir, tu hijo necesitará conocer las
propiedades de cada alimento y sus beneficios.
El c
onsumo energético es necesario a la hora de practicar deporte y para su día a día. De esta manera, no acabará afectando su rendimiento escolar ni desarrollará futuros problemas de salud.
¿Qué alimentos son necesarios?
Unas horas antes de empezar a hacer ejercicio. Para tener la energía necesaria, pueden tomar
alimentos ricos en carbohidratos y glucosa. Un ejemplo podría ser una pieza de fruta como el plátano y un yogur o si lo prefieres un bocadillo pequeño. De esta manera, se alimentarán de forma sana y se alejarán de la bollería o los ultraprocesados.
Mientras los niños están practicando ejercicio. Es importante que se nutran correctamente, ya sea solo con
agua, frutos secos o también con alguna limonada elaborada en casa. De esta manera, les
aportará energía, vitaminas y minerales y unos niveles de glucosa estables y podrán evitar posibles hipoglucemias, lipotimias o fatiga excesiva.
Después del deporte hay que reponer energía y tomar agua. Un plato de
arroz con pollo a la plancha con especies, una
pieza de fruta como el plátano y un yogur es una
alimentación equilibrada y completa. La clave está en seguir la pirámide nutricional, una guía que marca las pautas para llevar una dieta saludable y que sugiere la proporción de alimentos adecuados para consumir de forma diaria.
De una manera divertida, podemos empezar a educar a los niños para que se interesen por mejorar su alimentación y prueben nuevos alimentos, ya que así se encontrarán con más energía a la hora de hacer deporte, crecerán más fuertes, evitarán los molestos resfriados, y en definitiva serán saludablemente más felices.