Existen personas que con la llegada del frío experimentan cambios en su cuerpo. Queremos explicarte el porqué y cómo el frío puede afectar a nuestra salud.
Llega el invierno y con él el frío, las nevadas, los cambios bruscos de temperatura y muchas, muchas capas de abrigo. Y aunque nos abriguemos lo suficiente, hay ocasiones que
el frío acaba afectando a nuestra salud. ¿Pero cómo llega a incidir?
El cuerpo humano es muy
sensible a los cambios de temperatura. Esto se debe a que nuestro cuerpo requiere algo de tiempo para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas, aunque existen personas más sensibles que otras y el frío puede acabar afectándoles más, dependiendo de la condición física o de la edad.
Durante los meses más fríos, nuestro cuerpo es más
susceptible a determinadas enfermedades, pues durante este período, el organismo debe realizar mayores esfuerzos para mantener su temperatura corporal constante.
Cómo afecta el frío a nuestro organismo
Los problemas provocados por el frío no repercuten de forma inmediata en las personas, y normalmente solo aparecen tras unos días de exposición a bajas temperaturas. Vamos a hacer un repaso a qué partes de nuestro organismo el frío les afecta más.
Corazón
Con las bajas temperaturas, nuestro sistema cardiovascular debe hacer más trabajo para mantener la temperatura y transportar sangre a los distintos órganos. Debido a esta actividad excesiva, las personas con enfermedades cardíacas están más expuestas a riesgos.
Articulaciones
Existen personas de tu alrededor que cuando hay cambios meteorológicos experimentan dolor articular. La causa principal es que, con la llegada del frío, la presión atmosférica desciende y provoca que nuestros músculos y tendones se contraigan produciendo rigidez en las articulaciones.
Si realizas ejercicio físico moderado o aplicas calor en la zona ayudarás a desentumecer las articulaciones.
Dolor de cabeza
Cuando bajan las temperaturas y salimos a la calle sin ningún gorro que nos cubra la cabeza, los vasos sanguíneos pueden contraerse para reducir la pérdida de calor corporal. Esta constricción y dilatación rápida puede provocar dolor de cabeza.
Piel
El frío también genera cambios en la piel. La llegada de las bajas temperaturas provoca que la piel se reseque y se pierdan células con mayor facilidad. Como consecuencia, aparecen zonas del rostro inflamadas y de color rojizo que pueden producir picor.
Estado anímico
Con la llegada del invierno, se incrementa el viento y las precipitaciones y, como consecuencia, puede acentuar la aparición de depresión o ansiedad. Esto es debido a que el viento está cargado de iones positivos que afectan a la zona del cerebro y al sistema nervioso.
Estos son algunos ejemplos de como el frío puede afectar a nuestro organismo. Es importante que, con la llegada del frío, te abrigues bien, bebas agua y apuestes por una alimentación variada y equilibrada.